La infraestructura escolar refleja mucho de cómo la escuela y el sistema educativo conciben la inclusión. Las personas en la escuela y las relaciones y procesos de aprendizaje que desarrollan entre ellos no ocurren en el vacío, toman lugar en espacios físicos que, en teoría, debieran estimular dichos procesos y proteger los derechos de las personas que los habitan. De no tener una infraestructura incluyente, el derecho a aprender de todas y todos se ve violentado y los derechos fundamentales, tales como el derecho al bienestar, a la seguridad y a la propia vida, se vulneran. Desdeñar la infraestructura escolar como simplemente paredes, pupitres y pizarrones es limitar el ejercicio del derecho a aprender de niñas, niños y jóvenes.
a infraestructura escolar no se debe circunscribir solamente a la oferta de espacios dignos; debe ir más allá. En una escuela diseñada para incluir a todos, los niños no sólo asisten a interactuar con el maestro, también desarrollan habilidades cognitivas y no cognitivas al interactuar con sus compañeros e interrogarse más allá del contenido académico. Una escuela incluyente es un espacio de descubrimiento para tod@s, que invita a averiguar, a preguntarse, a curiosear. Si en la sociedad existe discriminación o barreras a la inclusión, la escuela debe ser el proyecto de la comunidad de lo que aspira ser, no el reflejo de la misma.
En cuanto a la higiene y seguridad, al interior de la institución se deberá contar con un protocolo para casos de emergencias (terremotos, incendios, etc.) que incorpore a los/as funcionarios/as y usuarios en situación de discapacidad, contemplando sus necesidades particulares de ayudas técnicas y/o asistencia requeridas y las personas que asistirán a compañeros/as con cierto nivel de dependencia para generar mayor seguridad en los casos necesarios de evacuación.
La conexión: El acceso a la zona de atención debe estar conectado a la zona de estacionamientos o a través de la vereda hasta las zonas de transporte público. En el caso de contemplar estacionamientos, deberán proveerse al menos el mínimo de dotación según establezca la norma, y en caso de no contar con ellos, se debe verificar la ubicación de los estacionamientos accesibles de uso exclusivo en el entorno.
Impresión de material informativo en Braille para personas ciegas.
Se recomienda que los funcionarios que atienden público dominen aspectos básicos de la lengua de señas, para mejorar la comunicación de las personas oyentes y las personas sordas.
Desarrollar sitios web accesibles para personas en situación de discapacidad sensorial e intelectual.
Todos estos elementos en conjunto, permitirán a quien se relaciona con los usuarios y usuarias poder tener una atención inclusiva y de calidad.
Realizar adaptaciones que sean accesibles para todas las personas, desde el ingreso al lugar hasta el espacio de atención.
Implementar rampas de acceso en la entrada del edificio u oficinas donde se realiza la atención de público.
Los mesones de atención de público debieran ser accesibles, ser más bajos para que una persona en silla de ruedas pueda ser atendida y mirar a la persona que lo atiende, quedando a un nivel que le facilite la consulta que realiza.
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